Entre el Cielo y el Infierno: Apuntes de un Diario sobre apariciones de las almas del Purgatorio.

Atención: Esta es una reedición del libro de Bruno Grabinski hecha por un devoto de las ánimas del Purgatorio. He combinado el libro de Bruno Grabinski (Entre el Cielo y el Infierno) con el de Arndold Guillet (Mis Conversaciones con las pobres almas; éste libro no salió en español), pues los dos tratan del mismo Diario, pero en el libro de Grabinski se omitieron algunos detalles del Diario y en el de Arnold Guillet sí se transcribió el Diario entero.... Si desean ver un documental donde hablan de este Diario, pueden ingresar aquí: www.youtube.com/watch (Gracias a ese documental conocí el Diario).

Sinopsis: A lo largo de ocho años (1921-1928) la Princesa alemana Eugenia von der Leyen recibió la visita casi diaria de las almas del Purgatorio, con las que entabló los más espantos diálogos.

Bajo diversas apariencias —llegando algunas a mostrarse incluso con figura de animal—, las almas la buscaban y le contaban el motivo de su estancia en el Purgatorio, la naturaleza de sus sufrimientos y la manera por la que podían ser socorridas.

En la mayoría de estos encuentros —permitidos siempre por la misericordia de Dios—, la Princesa debió sufrir de un modo terrible. Hubo ocasiones en las cuales al ver semejantes “monstruos” perdió los sentidos, y esto debido a que la mayoría de las almas que la procuraban eran las de aquellas personas que en los últimos segundos de su vida habían obtenido del Cielo un verdadero sentimiento de contrición, salvándose así de la eterna perdición, pero no del justo castigo a sus muchos errores, visibles de tal manera a la Princesa.

A pesar de todo, el Señor nunca la dejó sola, pues la envolvía frecuente y admirablemente con su bendita presencia, colmándola de nuevas fuerzas para aceptar el sufrimiento reparador.

Dios quiera que este libro abra los ojos a quienes lo lean y puedan ver la necesidad de tantos hermanos nuestros que ansían nuestra ayuda para poder alcanzar por fin la verdadera meta: la Patria Celestial.