Allí está Dios. Cuando, en medio de nuestra vida, brilla el sol por el día y la paz por la noche, allí está Dios como Señor de la danza que nos convoca a la alegría. Cuando falta la luz y nuestro …Más
Allí está Dios.
Cuando, en medio de nuestra vida,
brilla el sol por el día y la paz por la noche,
allí está Dios como Señor de la danza que nos convoca a la alegría. Cuando falta la luz y nuestro pan son las lágrimas,
allí está también El,
aunque sea en forma de ausencia,
provocando la entrega confiada de nuestro futuro en sus manos.
Cuando, en medio de nuestra vida,
brilla el sol por el día y la paz por la noche,
allí está Dios como Señor de la danza que nos convoca a la alegría. Cuando falta la luz y nuestro pan son las lágrimas,
allí está también El,
aunque sea en forma de ausencia,
provocando la entrega confiada de nuestro futuro en sus manos.