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Testigos de la liberación. El penal de Tela es una de las 24 cárceles de Honduras. La iglesia católica no olvida a las personas privadas de libertad. Jorge, Rita, Ismael y Delma son hombres y mujeres …Más
Testigos de la liberación.

El penal de Tela es una de las 24 cárceles de Honduras. La iglesia católica no olvida a las personas privadas de libertad.
Jorge, Rita, Ismael y Delma son hombres y mujeres de Dios, testigos de la liberación. En los "bordos" de S.Pedro Sula, en la Colonia de Cordimariana de la Ceiba y en la cárcel de Tela, hacen realidad los sueños de justicia y libertad de los más pobres.

08.07.2013

De los ocho millones y medio de habitantes que tiene Honduras, casi 6 millones son pobres. Y lo que es peor; de estos seis millones, cuatro viven en la extrema pobreza. “Los bordos” de San Pedro Sula son los lugares donde viven los pobres de entre los pobres. Las casas de chapa, madera y cartón se suceden de espaldas a los riachuelos convertidos en alcantarillas naturales. No hay agua potable, ni servicios sanitarios. La luz eléctrica se engancha directamente de la línea de alta tensión, con lo que no es extraño que mueran personas electrocutadas. Aquí no hay escuela, ni guarderías. La capilla es el primer edificio comunitario del bordo. Apenas tiene dos años. Las Misioneras de la Caridad -de la madre Teresa de Calcuta- trabajan junto a losclaretianos de la parroquia en esta pequeña comunidad creada en los márgenes de San Pedro Sula. La pobreza es una consecuencia directa de la falta de empleo. La mayoría de los vecinos no tienen trabajo. Los pocos ingresos de estas familias proceden de la recogida de basuras. Los más afortunados tienen un carro tirado por un caballo. Mayores y pequeños rebuscan plásticos, latas, botellas y cartón para conseguir unas lempiras con las que comprar el pan de cada día.
Cordimarianas
Los bordos no son exclusivos de la capital industrial de Honduras. A 190 kilómetros de San Pedro Sula -en la costa caribeña- está La Ceiba, capital del departamento de Atlántida. “La novia de Honduras” es la tercera ciudad más importante del país. Su población ronda los 250.000 habitantes. La Ceiba es conocida por su carnaval, sus playas paradisíacas, la notable presencia de comunidades garífunas y las inmensas extensiones de piña, plátano y naranja. Hace apenas dos años que la iglesia católica la erigió como diócesis independiente. En la ribera del río Cangrejal se encuentran algunos de los bordos más pobres de La Ceiba. El de La Julia es uno de los más conocidos por la inseguridad y el clima de violencia. De allí proceden algunas de las familias que hoy viven en la otra orilla, en la Colonia Cordimarianas. Un proyecto financiado por la ong española PROCLADE y coordinado por la hermana Rita. Son 42 familias seleccionadas por su situación de pobreza extrema en La Julia y otros cinco bordos similares. Las Misioneras Cordimarianas habían construido antes otras casas en estos barrios, pero de manera aislada. Aquellas viviendas se entregaban también a las familias más necesitadas. En esta ocasión, las 42 casas se han entregado a familias que cumplían todos los requisitos y que, además, eran cercanas a la comunidad católica. Las llaves de las viviendas se entregaron en 2006. Todas están a nombre de las mujeres, no de los maridos. La organización de la comunidad es un ejemplo para los 260 barrios de La Ceiba. Desde el principio cuentan con un jardín de infancia, un centro comunitario y una capilla.
El Porvenir
Estamos a media hora de San Pedro Sula y a diez minutos del municipio de Choloma, al que pertenecen las 2.000 personas que viven aquí. En 1996 un grupo de trescientas familias sin recursos ocuparon estas tierras y construyeron sus casas de manera irregular. Hoy la mayoría han comprado el lote de terreno donde viven. Todo está legalizado. El ayuntamiento de Choloma ha planificado la zona y tiene previsto vender terrenos para otras familias hasta llegar a las 1.200 viviendas. El agua ha sido el primer problema con el que se enfrentaron los vecinos. El año 2008, los vecinos se ponen en contacto con los misioneros claretianos y comienzan a organizarse para conseguir que el agua potable llegue a todas las casas. La gran envergadura del proyecto para llevar el agua a las trescientas casas en un terreno tan complicado se ha abordado en tres fases. El año 2009 se perforaron dos pozos y se construyó el primer tanque de agua al tiempo que se instalaba una red básica. Dos años después se completaba la red de distribución. Por último, en 2013, se continúa con una nueva fase para desarrollar el saneamiento. Los tres proyectos han sido coordinados por la ong de los claretianos,PROCLADE, con la financiación y la asesoría profesional del Canal de Isabel II y Canal Voluntarios. La inversión en el proyecto, hasta el momento, ha sido de 340.000 euros. Pero el camino no ha sido fácil. Todas las familias tienen un grifo en sus casas. El agua les llega tres días a la semana durante una hora más o menos. El pueblo está dividido en cuatro sectores que van rotando para que el agua llegue a todos.
Cárcel
El penal de Tela es una de las 24 cárceles de Honduras. La iglesia católica no olvida a las personas privadas de libertad. Dos veces a la …