Cardenal Filoni pide continuar ayuda material y política para proteger a cristianos en Irak

ROMA, 14 Ago. 14 / 12:52 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Cardenal Fernando Filoni, enviado especial del Papa Francisco para Irak, pidió a la comunidad internacional continuar con la asistencia solidaria e incluso con la ayuda política para proteger a las minorías religiosas –entre ellos cristianos-, que temen por el avance de los yihadistas del Estado Islámico.
En declaraciones a Radio Vaticana, el Purpurado dijo desde Erbil (la capital del Kurdistán iraquí), que entre los refugiados hay temor todavía por el avance del movimiento extremista musulmán.
El Cardenal Filoni indicó que las autoridades locales han “manifestado la dificultad de contar con los instrumentos para defender sus tierras y a su gente. En este punto de vista se solicita la ayuda, la solidaridad internacional” con puentes aéreos, “pero también desde un punto de vista político y militar: las autoridades son muy sensibles a solicitar la ayuda internacional porque obviamente el Kurdistán” no tiene toda la capacidad para ayudar a tanta gente.
Sin embargo, señaló, el presidente del Kurdistán iraquí, Barzani, expresó su compromiso de defender “hasta el final” su tierra y con ella a los cristianos y las minorías que han ingresado.
Aquí:
Enzo de la Virgen
¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?
A Ti acudimos, oh Corazón de …Más
¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?
A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.
Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias, un motivo más para oír mi petición.
Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.
Sin embargo... dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te pido, sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe.
Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.
Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.
Sacratísimo Corazón de Jesús, en Vos confío. (3 veces).
Sexto día:
"La venida del Señor es inminente”... “nadie sabe el día ni la hora”, y ciertamente para esa hora, debe el alma del cristiano prepararse. «Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. ". Mateo 24:37. Hermanos el fin es inminente, según dice San Juan Bautista desde hace 2000 años, porque cada alma tiene un tiempo muy limitado, en esta tierra, después del diluvio cada persona tiene entre 70 años 100 o 120 años para alcanzar la salvación los méritos y gracias eternas en Cristo Nuestro Redentor, por eso siempre el mensaje de Dios es inminente, y nos apremia hacer caso lo mas presurosamente posible, sin entretenernos en tantas cosas, ni siquiera en cosas aparentemente buenas, ni siquiera entretenernos en las profecías en sí mismas, sino dediquemos a agradar a Dios, que nos envía mensajeros y mensajes, no para que nos quedemos adictos entre mensajes y mensajes, sino para que amemos de verdad sobre todas las cosas a Dios, le rindamos toda nuestra adoración a la Santa Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo; y amemos de palabra y obra al prójimo como a nosotros mismos. Recibamos el mensaje de Dios, con un deseo verdadero de conversión y salvación para el alma, traducido en la realización de obras de misericordia concretas: " Por la fe, Noé, advertido por Dios de lo que aún no se veía, con religioso temor construyó un arca para salvar a su familia; por la fe, condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia según la fe". Hebreos 11:7
Jesucristo ha dispuesto para este tiempo, un Arca más eficaz que la de Noé, el refugio seguro del Inmaculado Corazón de María, ante los mares de perversión, lujuria, apostasía y pecado que nos rodean y tratan de ahogarnos, tenemos un refugio lleno de gracia, en este tiempo, La Virgen es el Arca de la Nueva Alianza, María el Arca de Salvación, en cuyo misterio nos muestra las maravillas de la Gloria del Padre, y como la Mujer Vestida de Sol del Apocalipsis. Dios funda una Nueva Alianza con su Pueblo en Jesucristo, por medio de María. Ella es el Arca de la Alianza, es decir la morada de Dios en medio de los hombres. Encuentra su realización histórica propia en la plenitud de los tiempos. En efecto, en la primera venida de Cristo, se inauguró el último período de la historia de la humanidad e inició, la espera de la segunda venida de Cristo Jesús. Por María y con María realizó el Señor Su Encarnación y quiso su presencia al pie de la Cruz, donde le encomendó la misión de ser Madre de los discípulos.
"Dedíquense ahora de todo corazón y con toda su alma a buscar al Señor, su Dios. Prepárense a edificar el Santuario del Señor, su Dios, a fin de trasladar a la Casa que se va a edificar para el Nombre del Señor, el Arca de la Alianza del Señor y los utensilios consagrados a Dios." (I Crónicas, C 22, v 19). El Arca es señal de la primera Alianza. Moisés la hizo construir
mientras guiaba a los hebreos a través del desierto, con el fin de que fuera morada de Dios en medio de su pueblo, ya que Dios había venido a habitarla. Exodo 25,10. Una nube iluminaba y cubría la Carpa del Encuentro, que contenía el Arca de la Alianza y la Gloria del Señor llenaba la morada. La nube que se hallaba por encima, significaba la trascendencia del Dios inaccesible y la Gloria que emanaba por dentro, lo presentaba en su inmanencia, es decir, en su familiaridad, en su comunicación, haciendo Alianza con su Pueblo. Una vez construida el Arca, Moisés la colocó bajo una carpa, semejante a la del pueblo peregrino, para recordarles que los hombres necesitan de Dios y que Dios está con ellos, al alcance de sus vidas. Finalmente se construyó el Templo de Jerusalén y fue llevada el Arca al interior del Templo. Dentro del mismo y en torno al Arca, el pueblo judío actualizaba su Alianza con Dios.
En el Antiguo Testamento, el Arca de la Alianza (Exodo 25, 2 Samuel 6), era el lugar de la presencia de Dios. Los Israelitas llevaban el Arca de la Alianza en las batallas para tener con ellos el poder de Dios. El Arca derrumbó las murallas de Jericó (Josué 6); derrotó a los filisteos en muchas batallas (Números 10, 35). La Virgen María es la madre de Dios. Es por eso que, de forma análoga, llamamos a la Virgen el Arca de la Nueva Alianza, pues ella es la “theotokos” portadora de Dios en su bendito vientre.
El Arca de madera era un símbolo; la profecía se cumple en María. Ella se convirtió en la nueva morada de Dios hecho hombre, para una Alianza Nueva, la Alianza de los últimos tiempos. Se transformó así en el Arca de la Alianza viviente que es Jesús. El Arca de Moisés era tan sólo un mueble de madera; María es un ser humano, que recibe a Dios como Madre amante y Santa, ya que el Hijo de Dios es ahora su Hijo. Esta humilde y discreta presencia del Hijo de Dios, concebido y formado humanamente por obra del Espíritu Santo en María, reemplaza la gloria luminosa que rodeaba el Arca primitiva. El Apocalipsis, capítulo 12, la Mujer es el Arca de la Alianza, esta es la Iglesia y también es María, que hace batalla contra el Dragón.
Lamentablemente los hombres, han dado la espalda a esta Alianza, por su desacralización, secularización, materialismo y el culto a diversos ídolos de nuestro tiempo. Dios quiere que todos los hombres se salven y envía a María, para que anuncie la nueva venida de Cristo, invitando a prepararse para ella. Hay una venida de Jesús para toda la humanidad y una venida personal, por la cual el hombre no sabe, qué día puede ser llamado por Dios a su presencia y debe estar preparado para ese encuentro. Nos dice en el Mensaje (M. 1410) "La hora de la Madre ha llegado. Mi Corazón de Madre, ha comenzado ya a preparar los corazones y a obrar en los corazones. Vengo del Cielo a conduciros hacia Cristo." María es enviada por Dios, para fortalecer los lazos de la Alianza. Ella es la Nueva Arca de la Alianza que leemos en el Apocalipsis 11,19:

El Amor es el principal signo de salvación, por la iniciativa de la misericordia del Padre, nos ha enviado a el Salvador, “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16 Este infinito amor de Dios, espera ser correspondido, amando sobre todas, las cosas y amando en aquellos, que Dios creo a su imagen y semejanza. “Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros”. I Juan 4:7-11

Las principales claves de nuestra salvación son: El amor y adoración a Dios, con todo nuestro corazón, sobre todas las cosa, y el amor al prójimo, como Cristo Jesús nos ha amado. “Has de saber, pues, que Yahveh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos” Deuteronomio 7:9.

“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Nuestro gran anhelo, nuestro mayor amor, nuestra adoración y fidelidad van dirigidas a la Santísima Trinidad, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; nuestro deseo, nuestro objetivo y nuestra principal ocupación, debe ser formar a Jesús en nosotros y hacer que en nuestros corazones reine su espíritu, su devoción, sus afectos, sus deseos y sus disposiciones. Toda nuestra vida de fe debe tender a eso. Tal es la tarea que Dios nos ha confiado para que trabajemos en ella constantemente. “Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, Juan 5:3

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