06:18
ORACION DIARIA DE ROTECCION Y SELLO CON LA SANGRE DE JESUS Corazón doloroso e Inmaculado de María, ruega por mí que me refugio en ti. Corazón doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que …Más
ORACION DIARIA DE ROTECCION Y SELLO CON LA SANGRE DE JESUS
Corazón doloroso e Inmaculado de María, ruega por mí que me refugio en ti. Corazón doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros que nos refugiamos en ti.
Te pedimos María Madre de Dios, madre mía, madre nuestra, Mediadora de todas las Gracias que vengas a Orar conmigo, con nosotros, por mí, por nosotros, en mí, en nosotros, y desde mí, desde nosotros todo este día y que una vez más con tu pie virginal, aplastes la cabeza a la serpiente antigua. Amén. AVE MARIA.

Ahora te pedimos que nos llenes de tu Sangre derramada, por dentro y por fuera, que nos hagas circular como envueltos en una cápsula de esa misma Sangre para que el Enemigo no pueda dañarnos.
Señor, cubre, aísla, y sella con tu Sangre derramada todo lo que nos pertenece, todo lo que es nuestro, y a todas las personas que entrarán en contacto con nosotros en este día.
En el Nombre de Jesús Crucificado y con su Preciosa Sangre derramada, sello, aíslo, protejo, cubro a todas las personas que están aquí presentes, a mi padre, a mi madre, a mis hermanos, a mis hermanas, a mis hijos, a mis nietos, a mis abuelos, a mis tíos, a mis primos, a mis amigos. También protejo a los que están por llegar, las que vienen en camino; con esa misma Sangre sello, aíslo, protejo, limpio, purifico y cubro este lugar, este Templo, esta Iglesia, esta casa, auditorio, dormitorio, salón, escuela, lugar de retiro, casa de Oración, automóvil, calles y avenidas.
Señor, que todo lo que te mencioné quede cubierto, aislado, protegido y sellado con tu Sangre derramada para que no sufran ningún daño.
A los brujos, brujas, hechiceros, nahuales, gurúes y a todos los agentes de Satanás que se encuentren aquí o estén por llegar, los sellos con esta misma Sangre derramada de Jesucristo para que queden anulados sus poderes y sus maleficios, y nunca más vuelvan a molestarnos, y así, atados, amordazados y encadenados, les ordeno que salgan a postrarse a los pies de Jesucristo y les regreso todo lo que estén haciendo, para que vean que estoy protegido y sellado con la Sangre Preciosa de Jesús. Atados, amordazados y encadenados, les ordeno que salgan a postrarse a los pies de Jesucristo, y les regresamos todo lo que estén haciendo para que vean que estamos protegidos y sellados con la Sangre Preciosa de Jesús.