lunes, 27 de mayo de 2024

NOVENA A SAN FRANCISCO CARACCIOLO.

 


Novena dispuesta por un devoto del Santo, y publicada en Sevilla por la Imprenta de Vásquez e Hidalgo en 1790.

COMENZAMOS: 26 de mayo.

FINALIZAMOS: 3 de junio.

FESTIVIDAD: 4 de junio.

PRÓLOGO

   Siendo así, según el Apóstol Santiago, que los verdaderos bienes descienden de la Patria Celestial, comunicados del Padre de las luces: siendo así también que los Santos son nuestros Abogados e Intercesores para alcanzar de la Majestad Divina el efecto de nuestras súplicas, ejercitando por esto nuestra devoción con ellos por medio de fervorosas Novenas; agravio fuera no disponer una en honor del esclarecido Patriarca San Francisco Caracciolo, Fundador de la Ilustre Religión de los Clérigos Menores, por quien ha obrado Dios tantas maravillas; y más cuando sabemos que fue tan amante de la Oración, que sobre haber sido su refugio en la vida, la dejó como rico patrimonio circularmente continua en sus amadísimos hijos: asi mereció su alma dichosa ser el blanco de las saetas del Amor Divino; y para que se haga con mayor fruto, se pone para cada día uno de los Actos de virtud que ejercitó su grande espíritu y nos dejó escritos, juntamente con el de Contrición, y Acción de gracias. Así sea todo para mayor aumento de la devoción, bien de nuestras almas, y gloria del Señor. Amén.

NOVENA EN HONOR Y CULTO DEL ESCLARECIDO PATRIARCA SAN FRANCISCO CARACCIOLO, FUNDADOR DE LA RELIGIÓN DE LOS CLÉRIGOS MENORES 

Puesto de rodillas delante del Altar de San Francisco, o de alguna Imagen suya, y hecha la señal de la Santa Cruz, empezará el Devoto la Novena, con este Acto de contrición.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN

   Misericordiosísimo Dios, yo detesto todos mis pecados por amor Vuestro, y quisiera morir antes que cometer una culpa contra vuestra Divina Majestad. Clementísimo Señor, por ser de vuestro desagrado yo abomino las maldades mías, y propongo de amar Vuestra ley, y de no quebrantarla de modo alguno: Benignísimo Dios, yo aborrezco los pecados míos, porque desagradan a Vos: quiero corregirlos y castigarlos severamente, y quisiera, Señor, haberme muerto antes que haber pecado. Me pesa mucho, Dios mío, de haberos ofendido: no permitas, Señor, que yo cometa alguna culpa contra Vos. ¡Oh amabilísimo Dios, quién pudiera con su propia sangre borrar todos los pecados de su vida! Por todo el valor del mundo no quiero cometer el más mínimo pecado venial. Quisiera sufrir todas las penas del Infierno, y ser privado de la gloria del Paraíso antes que ofenderos. Propongo, Dios mío, no más pecar, y espero en vuestra infinita misericordia que me habéis de perdonar, y me daréis gracia para enmendar mi vida, y perseverar en vuestro servicio hasta el fin de mi vida. Amén.

DÍA PRIMERO – 26 DE MAYO

ORACIÓN PARA ESTE DÍA

   Omnipotente Eterno Dios, que sois admirable en vuestros Santos: fuente clarísima de toda luz, y conocimiento, de cuya sabiduría es infinito el tesoro; por los méritos del glorioso Patriarca SAN FRANCISCO CARACCIOLO, singularmente por aquel celo de la exaltación de la Fe, deseo de la palma del martirio y conversión de los herejes, efecto todo de la viva fe que le animaba; os suplico que avivéis en mi corazón esta virtud. Dadme, Señor, los auxilios de vuestra gracia para ejercitarla fervorosamente, con aquellas palabras que acostumbraba este esclarecido Siervo vuestro, que tanto fue de vuestro agrado. Amén.

ACTO DE FE

   Adorabilísimo Eterno Dios y Señor, Autor de la Fe, yo creo firmemente y confieso ser verdad todas aquellas cosas que habiéndolas Vos revelado, las cree y confiesa nuestra Santa Madre Iglesia; y en testimonio de esta fe y de esta confesión, quisiera yo dar la vida. Es imposible, ¡Oh verdadero Dios!, que de Vos sea revelada falsedad alguna a vuestra Santa Iglesia, y lo testificaré así con mi sangre. Creo como infalible verdad que son tres distintas las Personas en una misma Divinidad. Creo también en Vos, Señor mío Jesucristo, y que Vos sois Dios y Hombre verdadero en una sola persona, y quisiera, Dios mío, que por confesar esta verdad fuese yo quemado vivo. Creo que estáis verdaderamente en el Santísimo Sacramento del Altar en cuerpo y alma, y que habéis de venir al fin del mundo a dar premio a los buenos, y castigar a los malos. Amén.

—Aquí se rezarán tres Padre nuestros y tres Ave Marías gloriadas en reverencia de la Beatísima Trinidad y en honor de nuestro Santo Padre San Francisco Caracciolo, y se pide por su intercesión la gracia que se desea alcanzar.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

   Glorioso Patriarca, cuya vida prodigiosa se deja admirar como ramillete de todas flores por la hermosa variedad de tus virtudes, y como árbol plantado en el Paraíso de la Iglesia, que disteis para el Cielo copiosísimos frutos: por aquel celo tan grande de la salvación de las almas, que abrasaba y consumía vuestro corazón, mereciendo que por vuestra incansable solicitud os llamasen hombre de bronce, interceded con Dios que me conceda para salvación de la mía, y a imitación vuestra, el lleno de todas las virtudes, singularmente aquella que he de ejercitar en este día, con uno de los actos que para mí enseñanza dejasteis escritos: alcanzadme además, Padre mío, el amor a la oración y penitencia, que fueron los dos ejes en los cuales se afianzó vuestra admirable vida; y si conviene para el mayor bien de mi alma, la singular merced que os suplico y os encomiendo en esta Novena, siendo todo para mayor gloria del Señor Resucitado, y de la vuestra. Amén.

GOZOS EN HONOR A SAN FRANCISCO CARACCIOLO

Ya que os hizo Dios modelo,

de oración y penitencia,

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Derramó el Cielo alegría

Sobre el lugar que os dio cuna,

Y fue auspicio de fortuna

Llamarse Santa María;

Con la dicha de aquel suelo

Heredasteis su asistencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

En vuestra florida edad,

Y entre regalos criado,

El cuerpo visteis cercado

De asquerosa enfermedad:

Así buscas con anhelo

Religión y penitencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Con auxilios superiores,

Y el pecho brotando ardor,

Os vio Roma fundador

De los Clérigos Menores;

De otro Francisco el desvelo

Copiaste con diligencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Contra el diablo y sus saetas,

Ya empezó vuestro valor

Formando armas del rigor,

Cual pasmo de Anacoretas;

Disciplinas, duro suelo

Cilicio, ayuno, inclemencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Vuestra humildad y desprecio,

En todo os labran, Menor,

Y el nombre de Pecador

Tomáis por blasón de aprecio;

Así remontáis el vuelo,

De la gracia a la eminencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Trabajos, contradicciones,

Peligros por mar y tierra,

Declaran terrible guerra

Contra vuestras fundaciones;

Mas os llena de consuelo

Dios, por vuestra gran paciencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Vuestro candor virginal

A una beldad tentadora

Convierte, y al punto llora

Su vicio torpe y brutal:

Clama ya con desconsuelo

Que la oigáis de penitencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Repartís todo el sustento,

Con firme fe y esperanza,

Y os socorre sin tardanza

El Señor con un portento:

Así acudís sin recelo

A tan alta providencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Volando en llamas el pecho

Socorréis cualquier fatiga,

Y no hay boca que no diga

Que hombre de bronce estáis hecho:

Con este eficaz desvelo

Logran toda la asistencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Os consumió la actividad

Del celo y divino fuego,

Y sois conocido luego

Padre de la Caridad;

Corrió así pronto su vuelo

A impulsos de la vehemencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

A una casa de María,

Os lleva astro singular,

Y en ella os ven acabar

Con gran gozo, y alegría:

Con general desconsuelo

Lloran tan fatal ausencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Desde el Trono celestial,

Con milagros y portentos,

Serenáis cuantos tormentos

Arroja el pecho mortal,

A nadie falta consuelo,

Si os invoca con frecuencia:

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Ya que os hizo Dios modelo

De oración y penitencia,

Sírvanos vuestra influencia

Para conquistar el Cielo.

 

Antífona: He aquí el hombre que despreció el mundo, y triunfando de las cosas terrenas, conquistó con sus obras y palabras las riquezas del Cielo.

. El Señor condujo al Justo por caminos rectos.

. Y le mostró el reino de Dios.

ORACIÓN

   Oh Dios, que habéis adornado con el celo de la oración y el amor de la penitencia al bienaventurado San Francisco, fundador de una nueva Orden religiosa, concedednos la gracia de aprovechar sus ejemplos, a fin de que, orando sin cesar y reduciendo nuestra carne a servidumbre, merezcamos alcanzar la gloria celestial. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

jueves, 23 de mayo de 2024

NOVENA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA, REINA DE TODOS LOS SANTOS Y MADRE DEL AMOR HERMOSO.

 



Novena dispuesta por el padre Tomás Saurina OP para la Real Archicofradía del Culto Perpetuo o Corte de María, y publicada en Palma de Mallorca por la imprenta de Juan Guasp en 1849.

COMENZAMOS: 22 de mayo.

FINALIZAMOS: 30 de mayo.

FESTIVIDAD: 31 de mayo.

A LOS INDIVIDUOS DE LA CORTE DE MARÍA, LA JUNTA DIRECTIVA.

Proponiéndose nuestra Real Archicofradía, por medio del culto continuo que tributa a la Santísima Virgen María visitando diariamente una de sus más célebres Imágenes, que esta Reina y Madre de Misericordia se nos muestre propicia en todo tiempo, y especialmente en la hora de nuestra muerte, ninguna novena parece más adecuada a tan piadoso fin que la de la Asunción de Nuestra Señora a los cielos, donde fue sublimada sobre los Coros angélicos y proclamada Reina de todos los Santos.

 

Así que la Junta directiva, de común acuerdo, ha adoptado para uso de nuestra Archicofradía la siguiente Novena, compuesta de devotas consideraciones tomadas del versículo 5, capítulo 8 del Cantar de Cantares, que San Pedro Damián entiende de nuestra celestial Reina. «¿Quién es esta que sube del desierto, abundante en delicias, apoyada sobre su amado?», y de un coloquio y súplica particular para cada día. ¡Ojalá que todos nosotros, no contentos con fijar la vista en la sacratísima Virgen Madre de Dios y nuestra, que subió de la tierra al cielo nadando en delicias y apoyada en su amado Hijo, procuremos, a imitación de tan soberana Patrona, desprendernos de las cosas terrenas, acaudalar virtudes, y unirnos íntimamente a Jesucristo durante esta nuestra peregrinación, para que todos y cada uno de los que se alistaren en nuestra Real Archicofradía merezcan ser cortesanos del Cielo!

NOVENA DE LA REINA DE TODOS LOS SANTOS Y MADRE DEL AMOR HERMOSO, TUTELAR DE LA REAL ARCHICOFRADÍA DEL CULTO CONTINUO O CORTE DE MARÍA

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén. 

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles siervos, y enciende en ellos el fuego de tu divino amor.

. Envía tu Espíritu, y serán criados.

. Y renovarás la faz de la tierra.

ORACIÓN

    Oh Dios, que instruiste e ilustraste los corazones de los fieles con las luces de tu Espíritu Santo; haz que el mismo Espíritu ilumine nuestras almas, imprimiendo en ellas su verdad, y que las consuele sin cesar por medio de un gozo todo celestial. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

HIMNO

¡Oh Virgen la más pura y más gloriosa,

Entre los astros bellos ensalzada,

Que al niño por quien tú fuiste criada

Sustentas a tus pechos amorosa!

 

Tú vuelves con el fruto sacrosanto

Lo que perdió infeliz Eva engañada,

Y del Cielo la puerta antes cerrada

Abres a los que yacen en el llanto.

   

Tú eres puerta del Rey más excelente,

Y de la luz morada esclarecida:

Aplauda la salud que redimida

Logra ya tan feliz toda la gente.

  

Jesús, sea a Ti la gloria y alabanza,

Que de Virgen naciste el más hermoso,

Con el Padre y Espíritu amoroso

Por los siglos eternos sin mudanza. Amén.

DÍA PRIMERO – 22 DE MAYO

CONSIDERACIÓN.

   «¿Quién es esta?», preguntan los Ángeles en la Asunción de María, dice San Pedro Damián, como lo preguntaban en la Ascensión del Señor. Mas ¿quién será capaz de dar una respuesta adecuada a semejante pregunta? ¿Quién es esta? ¿Qué queréis que os respondamos, Ángeles santos? Esta es el Milagro de la Divina Omnipotencia, o por mejor decir, el esfuerzo del brazo de Dios: «Hizo alarde del poder de su brazo, porque ha hecho en mí cosas grandes aquel que es poderoso». Esta es la gloria de la Ciudad Santa у el honor de su pueblo. Ved pues quién es esta; y si os parece que aun decimos poco, mayor es que todos los Santos, y más que vosotros mismos, y aun más que los Querubines y Serafines. En una palabra, ella es la Madre de Dios y la Señora de las virtudes, que bien se la puede aplicar con la debida proporción aquella misma respuesta que ya os fue dada por lo que toca a su divino Hijo.

 

   Pues vengamos al fruto. «¿Quién eres tú?», nos preguntarán también a cada uno de nosotros al querer entrar por las puertas del Paraíso. «¿Quién eres tú?». –«Soy cristiano», responderemos. –«Mas ¿dónde están las obras dignas de cristiano? La soberbia, la envidia, el desarreglo de las pasiones, ¿son caracteres de cristiano?». –«Soy hermano de diferentes congregaciones». –«Pero ¿dónde está la frecuencia a sus ejercicios? ¿dónde la observancia de sus reglas?». –«Soy devoto de María; soy asociado a su Corte». –«Pero ¿dónde está la imitación de sus virtudes?, ¿dónde la humildad, la paciencia, la pureza y la mansedumbre, para poder tener parte en la gloria con la Señora de las virtudes?». Las reflexiones que aquí se proponen son muy importantes; ponderémoslas despacio, y resolvámonos de veras a cumplir nuestros deberes como cristianos, como congregantes, y como devotos y asociados a la Corte de María, si queremos tener parte en la gloria de esta gran Reina y Señora.

COLOQUIO Y SÚPLICA

   ¡Oh amabilísima Virgen María, que para disponeros a una santa muerte os preparasteis con tan gran cúmulo de méritos adquiridos con la práctica de las virtudes! Interceded por todos los que diariamente os obsequiamos y hacemos la Corte, para que conociendo que solo la virtud practicada mediante la gracia del Señor es el camino que nos conduce a la celestial patria, andemos siempre solícitos y cuidadosos en no separarnos de la senda de la virtud, preparándonos de este modo para una santa muerte. Amén.

—Aquí cada uno pedirá lo que desee conseguir por medio de esta Novena.

—Ahora, para más obligar a nuestra celestial Reina a que nos alcance cuanto la hemos pedido, y una feliz y santa muerte, la saludaremos con tres Ave Marías unidos al primer coro de los Ángeles:

   Soberana Reina de todos los Santos у Madre del amor hermoso; por vuestro tránsito felicísimo os suplicamos que a todos los que en la tierra componemos los coros de vuestra Corte, y os visitamos y obsequiamos en vuestras más célebres imágenes, nos alcancéis auxilios eficaces para que sea feliz y santa nuestra muerte. Dios te salve, María, &c.

   Soberana Reina de todos los Santos у Madre del amor hermoso; por vuestra Asunción gloriosa a los cielos, os suplicamos que a todos los que en la tierra componemos los coros de vuestra Corte, y os visitamos y obsequiamos en vuestras más célebres imágenes, nos alcancéis que después de nuestra muerte tengamos la dicha de ser llevados por los Ángeles al reino de los cielos. Dios te salve, María, &c.

   Soberana Reina de todos los Santos y Madre del amor hermoso; por la excelsa e incomprensible gloria de haber sido coronada por la Trinidad augusta Emperatriz y Reina de todo el universo, os suplicamos que a todos los que en la tierra componemos los coros de vuestra Corte, y os visitamos y obsequiamos en vuestras más célebres imágenes, nos alcancéis que después de nuestra muerte tengamos la felicidad de ser coronados en la Gloria, para que en compañía vuestra y de todos los Santos alabemos y ensalcemos a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Dios te salve, María, &c.

. La santa Madre de Dios es exaltada.

. Sobre los coros angélicos al celestial reino.

ORACIÓN

   Señor, perdona los delitos de tus siervos, para que los que no podemos agradaros con nuestras acciones, alcancemos la salvación por medio de la intercesión de la Madre de tu Hijo Jesucristo nuestro Señor, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

LETANÍA.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

 

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

 

Dios Padre, Criador de los cielos, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Trinidad santa, que eres un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

 

Santa María, ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.

Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.

Madre de Cristo, ruega por nosotros.

Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.

Madre purísima, ruega por nosotros.

Madre castísima, ruega por nosotros.

Madre intacta, ruega por nosotros.

Madre incorrupta, ruega por nosotros.

Madre sin mancha, ruega por nosotros.

Madre amable, ruega por nosotros.

Madre admirable, ruega por nosotros.

Madre del Buen consejo, ruega por nosotros.

Madre del Creador, ruega por nosotros.

Madre del Salvador, ruega por nosotros.

Virgen prudentísima, ruega por nosotros.

Virgen digna de reverencia, ruega por nosotros.

Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.

Virgen poderosa, ruega por nosotros.

Virgen clemente, ruega por nosotros.

Virgen fiel, ruega por nosotros.

Espejo de justicia, ruega por nosotros.

Trono de la sabiduría eterna, ruega por nosotros.

Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.

Vaso espiritual de elección, ruega por nosotros.

Vaso digno de honor, ruega por nosotros.

Vaso insigne de devoción, ruega por nosotros.

Rosa mística, ruega por nosotros.

Torre de David, ruega por nosotros.

Torre de marfil, ruega por nosotros.

Casa de oro, ruega por nosotros.

Arca de alianza, ruega por nosotros.

Puerta del cielo, ruega por nosotros.

Estrella de la mañana, ruega por nosotros.

Salud de los enfermos, ruega por nosotros.

Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.

Consoladora de los afligidos, ruega por nosotros.

Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.

Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.

Reina de los Profetas, ruega por nosotros.

Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.

Reina de los Mártires, ruega por nosotros.

Reina de los Confesores, ruega por nosotros.

Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.

Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.

Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.

Reina asunta al Cielo, ruega por nosotros.

Reina del Santo Rosario, ruega por nosotros.

Reina de la paz, ruega por nosotros.

 

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, óyenos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

 

Antífona: Bajo de tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todos los peligros, oh siempre Virgen gloriosa y bendita.

   Dios te salve, Reina y Madre de misericordia; vida y dulzura, esperanza nuestra, Dios te salve: a Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas: Ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh Clementísima! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen María!

. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oremos.

ORACIÓN

   Omnipotente y sempiterno Dios, que por la cooperación del Espíritu Santo preparaste el cuerpo y alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que mereciese ser digna morada de tu Hijo; concédenos a los que nos alegramos con esta conmemoración, que por su intercesión piadosa seamos libres de todo mal, como también de la muerte eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor, que contigo vive y reina en la unidad del mismo Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.