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Irapuato
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29 Dic. Santo Tomás Becket, arzobispo de Canterbury. Obispo, mártir inglés. Iconografía: arzobispo, con la mitra, el báculo, una espada clavada en su cráneo. Nació en Londres, Inglaterra, en 1118 …Más
29 Dic. Santo Tomás Becket, arzobispo de Canterbury.

Obispo, mártir inglés. Iconografía: arzobispo, con la mitra, el báculo, una espada clavada en su cráneo.
Nació en Londres, Inglaterra, en 1118 y murió en Canterbury, en 1170; Canonizado en 1173.

Emitido en diocesisTV el 29-12-2008. "Los números uno", Encarni Llamas presenta una breve biografía del santo de cada día.
Irapuato
Lecturas del día:
*Lectio Divina (Primera Lectura)
*El Evangelio de hoy
Primera Lectura (Lectio Divina)
1 Juan 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto tenemos una prueba de que conocemos a Dios,
en que cumplimos sus mandamientos. El que dice: "Yo lo conozco", pero
no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él.
Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado a su …Más
Lecturas del día:
*Lectio Divina (Primera Lectura)
*El Evangelio de hoy
Primera Lectura (Lectio Divina)
1 Juan 2, 3-11
Queridos hermanos: En esto tenemos una prueba de que conocemos a Dios,
en que cumplimos sus mandamientos. El que dice: "Yo lo conozco", pero
no cumple sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él.
Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado a su
plenitud, y precisamente en esto conocemos que estamos unidos a él. El
que afirma que permanece en Cristo debe de vivir como él vivió.
Hermanos míos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un
mandamiento antiguo, que ustedes tenían desde el principio. Este
mandamiento antiguo, es la palabra que han escuchado, y sin embargo,
es un mandamiento nuevo éste que les escribo; nuevo en él y en
ustedes, porque las tinieblas pasan y la luz verdadera alumbra ya.
Quien afirma que está en la luz y odia a su hermano, está todavía en
las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no
tropieza. Pero quien odia a su hermano está en las tinieblas, camina
en las tinieblas y no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado
sus ojos.
+ Meditatio
Uno de los grandes problemas de nuestro cristianismo actual es la
separación que existe en muchos hermanos entre la fe y la vida, por
ello en este pasaje de san Juan, es claro que no basta que digamos que
somos cristianos, sino que vivamos verdaderamente como tales.
Ser cristianos, nos dice el apóstol, significa vivir como Jesús vivió.
Es por ello que en cada momento de nuestra vida, en cada situación en
cada actitud debemos preguntarnos: Y Jesús, ¿Cómo lo haría? ¿Cómo lo
resolvería? ¿Cuál sería la actitud de Jesús ante esta situación?
Detenernos un momento antes de actuar o reaccionar, y pensar que
estamos llamados a imitar su vida, puede ser una excelente ayuda para
crecer en nuestra vida cristiana y ser testigos de su amor en el
mundo. No te dejes llevar ni por tus pasiones, ni por la corriente del
mundo, deja más bien que sea el Espíritu quien te lleve a presentarte
ante los demás como un «Cristo vivo».
+ Oratio
Señor, enséñame a moderar mis acciones y mis reacciones para con todos
los que me rodean que pueda ser un reflejo del amor que me tienes y
que transmito fielmente a mis hermanos. Gracias por dejar que te
represente en esta tierra.
+ Operatio
Hoy seré conciente de que soy representante de Jesús en este mundo,
así que me esforzaré por que la gente lo vea en mi.
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El Evangelio de hoy
Lucas 2, 22-35
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de
Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al
Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley: _Todo primogénito varón
será consagrado al Señor,_ y también para ofrecer, como dice la ley,
_un par de tórtolas o dos pichones._
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de
Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu
Santo, el cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes
al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando
José y María entaban con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito
por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios, diciendo:
"Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo,
según lo que me habías prometido,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
al que has preparado para bien de todos los pueblos,
luz que alumbra a las naciones
y gloria de tu pueblo, Israel".
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras.
Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: "Este
niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel,
como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto
los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te
atravesará el alma".
+ Reflexión
Es interesante que el texto de san Lucas menciona dos veces "la Ley".
José y María no solo eran personas religiosas sino que eran obedientes
de la misma ley civil (que en su contexto se identificaba con la
religiosa).
Hoy lo destacamos pues, ante los sucesos que nos ha tocado vivir, no
sólo en nuestro país sino en el mundo entero, en donde se vive muchas
veces un estado de anarquía y violencia, es importante recordar que la
ley, aún la civil, es un medio a través del cual Dios rige y dirige
nuestra vida. Las normas en nuestros centros de trabajo, las
obligaciones en nuestras organizaciones, los compromisos ciudadanos
son parte de nuestra vida religiosa.
En la medida que el cristiano "cristifica" su ambiente cumpliendo la
"ley" y con ello sus obligaciones, va, como dice san Pablo,
esparciendo el buen olor de Cristo. ¿No crees que sería bueno en este
fin de año revisar si hemos venido cumpliendo con nuestras
obligaciones civiles y religiosas?
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
Irapuato
Nació en Londres, Inglaterra, en 1118 y murió en Canterbury, en 1170; Canonizado en 1173.
Tomás nació en una familia trabajadora, fue bautizado el mismo día. Se educó con los monjes en la abadía de Merton en Surrey, después en Londres y mas tarde en la Universidad de París. Era guapo, amistoso, le gustaba el buen vestir y el deporte. Al mismo tiempo era un hombre puro y le gustaban las cosas …Más
Nació en Londres, Inglaterra, en 1118 y murió en Canterbury, en 1170; Canonizado en 1173.

Tomás nació en una familia trabajadora, fue bautizado el mismo día. Se educó con los monjes en la abadía de Merton en Surrey, después en Londres y mas tarde en la Universidad de París. Era guapo, amistoso, le gustaba el buen vestir y el deporte. Al mismo tiempo era un hombre puro y le gustaban las cosas de Dios.
Al morir su padre se quedó en aprietos económicos por lo que desde 1142 fue empleado en la corte del Arzobispo Theobald de Canterbury. Su nobleza, sagacidad y capacidad le ganaron la confianza del arzobispo. Juntos viajaron a Francia, Roma y otras partes del continente. Llegó también a ganarse la amistad del rey. Tomás obtuvo permiso para estudiar ley canónica y civil en Bologna, Italia y en Auxerre.
En 1154, siendo aun joven, fue ordenado diácono y nombrado Arch-Diácono de Canterbury. En esta posición fue negociador de los asuntos de la Iglesia con la corona. Tomás convenció al Papa Eugenio III de no reconocer la sucesión de Eustace, hijo del Rey Esteban de Blois. Esto aseguró el derecho de Enrique de Anjou al trono como Enrique II.
Al año siguiente (1155), por sugerencia del Arzobispo Theobald, Tomás fue elegido como canciller de Inglaterra, puesto en el que sirvió lealmente a Enrique II por 7 años. Su deber era administrar la ley y lo hizo con sabiduría e imparcialidad. Pero el rey tenía oscuros intereses sobre la Iglesia. Tomás, comprendiéndolo, le dijo: "Si me haces Arzobispo te arrepentirás. Ahora dices que me amas, pero ese amor se convertirá en odio". Así ocurrió. Renunció a su puesto de canciller y fue ordenado sacerdote el día antes de su consagración episcopal. Lo nombraron Arzobispo en 1162 y desde la consagración episcopal se entregó por completo a servir al Rey de Reyes, donde la gloria está en la humildad y la disciplina. El mismo dijo que pasó de ser un seguidor de sabuesos (referencia a la cacería) a un pastor de almas. Desarrolló un profundo amor por la Eucaristía hasta el punto que a veces lloraba le salían lágrimas durante la misa. Cada noche cantaba el Oficio Divino con los monjes.
Habían muchos abusos en la Iglesia que debía rectificar. Uno de los puntos de conflicto con el rey fue la cuestión de las respectivas jurisdicciones de la Iglesia y del estado sobre miembros del clero acusados de crímenes y la libertad de apelar a Roma.
En la famosa asamblea de Northampton, en 1164, Tomás se enfrentó con sus adversarios. Ante las amenazas contra su vida se mantuvo firme, lo cual irritó al rey hasta el punto que le dijo: "Tu eres de los míos, yo te elevé de la nada y ahora me retas". Tomás le respondió: "Señor, Pedro fue elevado de la nada y sin embargo gobernó la Iglesia". "Sí", contestó el rey, "pero Pedro murió por su Señor". "Yo también moriré por el cuando llegue el momento". "¿Entonces, no cederás a mi?, preguntó el rey. "No lo haré", respondió Tomás. Thomas optó por el exilio en Francia antes que ceder al rey sobre los derechos de la Iglesia. Allí estuvo seis años. Por la recomendación del Papa entró en el monasterio Cisterciense en Pontigny, hasta que el rey amenazó con eliminar a todos los monjes cistercienses de su reino si continuaban protegiendo a Tomás. Entonces, en 1166, se mudó a la abadía de San Columba Abbey en Sens, que estaba bajo la protección del rey Luis VII de Francia.

Ambos lados apelaron al Papa Alejandro III, quien trató de encontrar una solución. Por fin, el rey de Francia persuadió a Enrique II a ir donde Tomás y hacer las paces. Enrique reconoció la demanda de Tomás de que se respetara la libertad de apelar a Roma y pensó que, al regresar a Inglaterra, Tomás no continuaría exigiendo los derechos de la Iglesia. Sin embargo, pronto tras Tomás regresar a su patria, el 1 de Diciembre de 1170, comenzaron otra vez las discusiones. Cuando Enrique escuchó, desde Normandía, que el Papa había excomunicado a los obispos recalcitrantes por usurpar los derechos del obispo de Canterbury y que Tomás no los soltaría hasta que prometiesen obediencia al Papa, se encolerizó y dijo: "¿No hay nadie que me libre de este sacerdote turbulento?" Estas palabras motivaron a cuatro caballeros que le escucharon y decidieron tomar el asunto en sus manos. Era Adviento, cerca de Navidad. El 29 de Diciembre de 1170, los cuatro caballeros con una tropa de soldados se apareció en fuera de la Catedral de Canterbury exigiendo ver al arzobispo. Los sacerdotes, para proteger a Tomás le forzaron a refugiarse en la Iglesia. Pero Tomás les prohibió bajo obediencia cerrar la puerta: "Una iglesia no debe convertirse en un castillo" les dijo.

"¿Por que se portan así, que temen?" les preguntó. No pueden hacer sino lo que Dios permite. En la penumbra de la iglesia, los caballeros reclamaron: "¿donde está el traidor, donde está el arzobispo?". "Aquí estoy", dijo Tomás, "No traidor, sino un sacerdote de Dios. Me extraña que con tal atuendo entren en la iglesia de Dios. ¿Que quieren conmigo?" Uno de los caballeros levantó la espada como para atacarle, pero uno que andaba con Tomás le protegió del golpe con el brazo. Los cuatro caballeros arremetieron entonces juntos y le asesinaron en los peldaños de su santuario. Mientras moría bajo los golpes, Tomás repetía los nombres de los arzobispos asesinados antes que el: San Denis, San Elphege de Canterbury. Entonces dijo: "En tus manos, Oh Señor, encomiendo mi espíritu". Sus últimas palabras, según un testigo, fueron: "Muero voluntariamente por el nombre de Jesús y en defensa de la Iglesia".

El crimen causó indignación en toda la Cristiandad. El rey Enrique fue forzado a hacer penitencia pública y construir el monasterio en Witham, Somerset.
Muchos milagros ocurrieron después de la muerte del santo. En 10 años, se archivaron 703 milagros. Tomás Becket fue aclamado como santo por Alejandro III dos años después de su muerte.
El traslado de sus reliquias a un nuevo y esplendoroso santuario ocurrió en 1220 (Julio 7) con la concurrencia de gente de toda Europa.
400 años después de Sto. Tomás, otro monarca inglés, Enrique VIII, quiso hacerse cabeza de la Iglesia por lo que rompió la unidad y persiguió a los fieles católicos. La ruptura culminó en la instalación de Crammer como arzobispo de Canterbury en 1533.San Tomás Becket fue sacado del calendario de los santos de Inglaterra, su santuario, que había sido un importante centro de peregrinación por mas de tres siglos, fue arrasado y las reliquias fueron quemadas (algunos dicen que se transfirieron a Stoneyhurst).
En la actualidad muchos gobiernos una vez mas se oponen a que la Iglesia proclame la verdad sobre el hombre y la sociedad. Una vez mas se requieren hombres y mujeres santos que sean fieles en las pruebas como Santo Tomás Becket.
Oración:
Señor Jesús, danos la gracia de ser valientes en el cumplimiento de nuestra vocación como lo fue Santo Tomás Becket para no ceder ante las presiones de los intereses mundanos.

www.corazones.org/santos/tomas_becket.htm